“Sea el carácter principal de la Congregación, su regla, su alma, su vida, una caridad activa que sea el fruto de aquel fuego del Amor de Dios, que debe arder continuamente en su corazón. Una caridad inefable. Esta caridad resplandezca en su rostro, brille en sus ojos, brote de sus labios, se muestre en sus palabras y en su conducta, en todas las cosas y en todos los sitios.”
Con esta reflexión de nuestra Madre Fundadora, recordamos el día en que Madre Paulina Von Mallinckrodt en el año 1849 iniciara en Alemania su obra, que se extendería hacia América del Norte y posteriormente hacia América del Sur, siendo Ancud la primera ciudad chilena que supo de los cuidados de las religiosas de su Congregación en el hospital, y también conoció su carisma en Educación. Fue el 16 de mayo del año 1883 que Valdivia abrió sus puertas a la Congregación con la fundación del Colegio San Rafael, antiguo nombre de nuestro Instituto.
Hoy finalizamos con un acto esta semana de celebración por los 175 años de la Congregación de Hermanas de la Caridad Cristiana, Hijas de la Bienaventurada Virgen María de la Inmaculada Concepción, en el mundo, 150 años de la congregación en Chile y 141 años de nuestro Instituto.